lunes, 6 de mayo de 2013

Cómo Te Ve el Mundo?

NO mires hacia afuera ni en otras personas lo que está dentro de ti.

Muchas veces se nos hace muy fácil juzgar a la gente de nuestro entorno por cómo nos tratan o nos quejamos de nuestra suerte o de lo que nos pasa, cuando en realidad todo lo que recibimos no es mas que una respuesta o una devolución de nuestra actitud ante la vida.. La gente da de lo que tiene y eso que damos, la vida nos lo devuelve como recompensa ya sea por el bien o por el mal que hayamos hecho.

Porqué culpar a otros por cómo nos va en la vida? Cual es la actitud que estamos teniendo para que el mundo nos vea como nos ve o para que nos vaya como nos va? Porqué culpar al mundo por nuestras circunstancias si sólo somos el resultado de nuestras acciones? Porqué creer que el mundo está contra nosotros cuando en realidad tenemos miedo a vivir y no queremos arriesgarnos a luchar por lo que queremos y cuando no nos va como esperamos creemos que el mundo es malo? Porqué esperamos tanto de la gente cuando no le damos nada? Porqué creer que nos lo merecemos todo sólo por el simple hecho de estar vivos y no salimos a ganarnos las cosas y nos quejamos de que en la vida nos va mal o que no tenemos tanta suerte como otros o la gente no nos trata como esperamos?

Revisa tu interior y sacarás tus propias conclusiones sobre la manera en que el mundo te ve. Estas viviendo el resultado de lo que hiciste o no hiciste por ti o por otros. Estás viendo en la gente sólo el reflejo de lo que hay dentro de ti o de lo que diste o nunca diste. Pasa lo mismo con los infieles, que juzgan a sus parejas y utilizan su imaginación para inventar cualquier escena de celos, atribuyéndole sus propios pecados, cuando en realidad sólo están proyectando lo que ellos mismos hacen o llevan dentro. Pasa lo mismo con la persona que tiene fe y temor de Dios, que de su boca sólo salen bendiciones porque no puede salir otra cosa, pues no podemos ser de Dios y del diablo a la vez. La gente habla de lo que sabe y de lo que tiene en su cabeza y en su corazón. Si das amor, recibirás amor. Si odias, recibirás lo mismo. Eso mismo pasa con nuestras acciones; recibimos los frutos de lo que damos o hacemos.

Es cuestión de mentalidad... Es cuestión de actitud. Cuando empieces a cambiar tu manera de actuar, tu manera de expresarte, de proyectarte ante la gente o la manera en que ves al mundo, entonces, el mundo cambiará la manera en que te ve a ti.

Piensa...

Steling Madera
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